Para un tenista profesional, ganar un torneo no es cosa de todas
las semanas. Incluso algunos luchan incansablemente para llegar a una final y aún
así se van con las manos vacías. Y personas que lo viven de modo particular, como es el caso de nada más y nada menos que Roger Federer.
El suizo de 36 años, actual N° 2 del ranking ATP y ganador de 95
torneos individuales, entre ellos 19 de Grand Slams, siempre es firme candidato
a levantar el trofeo de campeón cada vez que se presenta en un torneo. Luego de
tantos años en el tour y con tantas victorias en su haber, se podría creer que
el gran Roger ya se acostumbro a ganar. Sin embargo, no es así y él mismo explicó por qué se emociona hasta las lágrimas cada vez que protagoniza una premiación.
Roger, emocionado luego de ganar Wimbledon por 8va vez. Foto: DailyMail |
"Hay gente que me dice
que lloro mucho después de grandes victorias o derrotas. Algunos ni siquiera sonríen
cuando ganan y otros no dejan de hacerlo durante semanas después de ganar. Yo
soy esa clase de personas que deja que las lágrimas fluyan. Así lo hago porque
me acuerdo de un entrenador que tuve que me dijo que no llegaría a nada en el
tenis", contó.
"En esos momentos,
pienso en todos los sacrificios que hice para llegar hasta aquí. Debería estar
agradecido a esa persona, especialmente en los inicios de mi carrera ya que él
y sus palabras me dieron la motivación para continuar", agregó el suizo. "Todo
lo que consiga de aquí en adelante es un extra".
Cuando Federer iniciaba su carrera profesional, su carácter
impulsivo le jugaba en contra. "Había
un tiempo en el que tiraba mi raqueta al suelo de forma habitual, cuando tenía 16
años. Llegué incluso a ser expulsado por eso. Cuando cumplí 17, mi familia
decidió que debía ir a un psicólogo porque me enfadaba mucho. Desde ese
momento, mi crecimiento fue constante. Cada vez que estoy bajo presión, pienso
en el duro trabajo hecho para estar donde estoy ahora", confesó.
Federer, incluso recordó que luego de llegar por primera vez al
N°1 en 2004, pensó dejar el tenis. Para él, había logrado todo lo que se había
propuesto (ya era campeón de Wimbledon, uno de sus sueños). Sin embargo se
convenció de continuar “porque no tenía
nada que demostrarle a nadie".
Los fans del tenis agradecemos que Federer no haya bajado los
brazos y haya decidido continuar para seguir cumpliendo todos sus
sueños. Afortunadamente, consiguió la motivación suficiente para llegar más
lejos que nadie, logrando cosas extraordinarias, dentro y fuera de la cancha.
¿Se imaginan que hubiese
pasado si Roger se retiraba por aquellos años, siendo tan joven?
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