Fiel a una de sus características, el Open de Australia albergó una vez más una historia para contar. En este caso, se trató hace siete años, del partido más largo de la historia del tenis femenino.
El saludo final tras un partido de película. Foto: The Telegraph. |
Transcurría la edición 2011 del primer Grande del año. Cuarta ronda. Se enfrentaban en el cuadro femenino la italiana Francesca Schiavone
con la rusa Svetlana Kuznetsova. Ninguna de las dos imaginaría lo que sucedería dentro
del terreno. Siendo un partido apasionante y atrapante de principio a fin, culminaría
festejando la azzurra en un tercer parcial de TRES HORAS.
El resultado del match fue victoria para Schiavone -en aquel entonces Nº6 del mundo- por 6-4, 1-6 y 16-14 en, nada más y nada menos, que 4 horas 44 minutos. Una batalla épica para ambas tenistas, extenuante por donde se la mire. De esta manera, superaron el anterior registro fijado la temporada pasada en el triunfo de Barbora Zahlavova-Stycova ante Regina Kulikova después de 4hs y 19 minutos de tenis.
“Peleás, peleás y
luego, estás llegando a la cima de la montaña y volvés a bajar y a pelear y
subís. Es muy difícil”, soltó Schiavone refiriéndose a lo duro e intenso que fue su
sufrida victoria.
Años más tarde (2015)
la historia no cambiaría entre estas dos gladiadoras y continuaron con otra
maratón. Esta vez el campo de batalla estuvo en Francia y la ganadora fue
nuevamente la italiana en 3 horas y 48 minutos de partido. Acostumbradas a largos episodios con raqueta en mano.
Autor: Tomás Arriaga
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