Foto: CBS Sacramento |
Lo primero que sus padres contemplaron fue un bebé recién nacido, con piernas y brazos acortados, sin las palmas de sus manos, y lo que parecían ser algunos dedos en sus pequeños antebrazos. Los médicos aseguraban que nunca podría caminar ni cuidarse por sí mismo.
Luego de numerosas operaciones e intervenciones, y junto con la ayuda de sus prótesis, Roger volvería a caminar. Lo que él no imaginaba era que a sus 12 años iba a ser capaz de hacer deporte como cualquier chico de su edad integrando el equipo de fútbol de su ciudad.
Años más tarde, comenzó a practicar tenis con una raqueta de dos barras que lo llevó a enamorarse del deporte. Llegó a formar parte del equipo de su secundaria que para nada significó su techo. En la Universidad de Loyola Marymount fue atleta de la 1ª división de NCAA (National Collegiate Athletic Association) y así se convirtió en el primer atleta con capacidades diferentes certificado por su país.
En los últimos catorce años ha dado charlas motivacionales a más de 3000 personas en todo el mundo dejando siempre un mensaje en común:
“La única diferencia entre ustedes y yo, es que pueden ver mi deficiencia pero yo no puedo ver las suyas. Todos las tenemos. Cuando me preguntan cómo pude superarlas, digo que no superé nada, simplemente aprendí qué no puedo hacer, como por ejemplo tocar el piano o comer con palitos, pero lo que es más importante, aprendí qué puedo hacer. A partir de allí hago lo que puedo con todo mi corazón y toda mi alma”.
Autor: Agustín Ochoa
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