Diego Schwartzman cerró la mejor temporada de su carrera hoy en París. El pequeño se hizo gigante a fuerza de su tenis combativo pero vistoso y el 2018 ya apunta alto para él.
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Diego Schwartzman celebra el mejor año de su carrera (Foto: Getty Images). |
¿El Peque? ¿Seguro? No, ya no. A esta altura (otra vez el doble sentido, perdón) de su vida tenística, ya no vale ese apodo, merece otro.
Diego Sebastián Schwartzman, el chico formado en el Club Náutico Hacoaj, ha saboreado la élite mundial este año, desde lo más bajo de su escaso metro setenta hasta un techo que aún no tiene pensado alcanzar.
Hace siete años Diego le comentó a BATennis que su sueño era ubicarse entre los mejores 50 o 100 del mundo. Sueño que superó con creces.
Menospreciado en varias oportunidades por el injusto periodismo, el Gigante de 25 años acalló las críticas y se pusó la raqueta al hombro para callar las opiniones en su contra.
Porque fue así, solo Diego y su temple argento (sumado al aporte fundamental de su leal equipo de trabajo) pudieron hacerle frente a eso. Y los números lo respaldan.
Desde aquel doble 6-0 en contra ante Baghdatis en Houston 2016, Schwartzman no paró de pegar saltos constantemente. Desde esa fatídica derrota ante el chipriota, la resiliencia de Diego fue premiada con su primer título en Estambul, y ante el actual N°8 del mundo, Grigor Dimitrov.
Siguiendo con la racha positiva, este año fue capaz de sumarle regularidad a su juego, la clave de todo tenista que pretende trepar alto en el ranking.
Y llegaron los resultados. Cuartos de final en el US Open, Montecarlo y Montreal (en total 11 QF, 2 semis y una final) , quizás la cuenta pendiente que tenía en su carrera, empezar a romperla en los torneos grandes.El fantástico 2017 de @dieschwartzman 🇦🇷 🔥— Argentina Open (@ArgentinaOpen) 1 de noviembre de 2017
✅39 victorias🔝
✅Final de Amberes🇧🇪
✅CF del #UsOpen 🇺🇸
✅25° del ranking👊🏻pic.twitter.com/ROCfrd7cj5
Debut en el Top 25 del ranking mundial, además de conseguir sus primeras victorias ante Top 10s (Thiem en Montreal y Cilic en el USO) y de jugarle de igual a igual a Federer y Nadal, los dos monstruos de la temporada.
Su derrota en la segunda ronda hoy en el Masters 1000 de París sirve para decorar un 2017 exitoso para el Peque, un 2017 que, esperemos, sea recordado solamente como el año de despegue para una carrera que lo encuentra recién, en plena edad de madurez.
Por: Franco Santucho
Facebook: Franco Santucho
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